MEDIACIÓN SANITARIA

La mediación sanitaria en casos de responsabilidad civil por negligencias medicas y por productos farmacéuticos

El proceso de mediación favorece el equilibrio entre las partes, en situaciones en las que una de ellas ha sufrido daños en su salud o en la de un familiar.

Se favorece un clima adecuado de negociación, generando consenso entre las partes y alcanzando un acuerdo satisfactorio para ambas.

En muchas ocasiones el paciente que ha sufrido una negligencia médica teme el inicio de acciones legales, las cuales le suponen altos costes que incluyen pruebas periciales que acrediten el daño sufrido. Es habitual la sensación del paciente tener pocas posibilidades de éxito en una reclamación contra un médico, o un equipo de médicos o incluso contra un hospital. Los consentimientos informados que firman los pacientes les sitúa, aparentemente, en una situación de inferioridad; el  paciente se siente como David frente a Goliat, lo cual conlleva que desista en la reclamación sin ni siquiera haberlo intentado. En este tipo de supuestos, en muchas ocasiones el paciente simplemente desea una explicación del médico que le atendió y una disculpa por el resultado no deseado. Sin embargo lo único que encuentra es numeroso papeleo y la opción de acudir a los tribunales para obtener una resolución incierta y tras un largo periodo de tiempo.

La mediación se convierte en estos supuestos en un lugar eficaz de encuentro médico-paciente, en el que poder hablar y tratar lo sucedido en un clima de confidencialidad, asistidos por un mediador/a profesional que velará porque ambas partes se escuchen una a la otra, se transmita por parte del médico o equipo médico las cuestiones relevantes que puedan explicar las causas o motivos del resultado no deseado.

En el supuesto de petición de indemnizaciones económicas el mediador/a asiste a las partes en sus pedimentos y facilita alcanzar un acuerdo que puede ser mas amplio que la simple fijación de un importe, a diferencia de la resolución que dictaría un juzgado.

En este proceso ambas partes – médico y paciente – pueden  ser asistidas de sus asesores jurídicos, tanto acudiendo a algunas sesiones como en calidad de asesores externos.

La mediación puede conseguir que la deshumanización del proceso judicial incierto se transforme en un diálogo y una negociación efectiva para lograr la indemnización económica por los daños y perjuicios sufridos.